Uno de los requisitos para muchos trabajadores en el mercado laboral moderno es tener la habilidad de poder realizar tareas múltiples simultáneamente:
El poder sostener una conversación telefónica mientras se lee un correo electrónico al tiempo que se envía un mensaje de twitter es un escenario común hoy en día. Y todo eso se lleva a cabo en medio de un creciente e ilimitado océano de información que nos llega en todas direcciones y estimula todos los sentidos.
Pero el cerebro humano no está hecho para funcionar eficientemente en ese entorno, coinciden la mayoría de los expertos, y esperar a que evolucione para hacerlo probablemente tomaría decenas de miles de años.
Así que lo que nuestra "central de comando" está haciendo es rediseñando sus funciones para adaptarse a las realidades de la era digital. Pero hay que hacerlo con equilibrio, advierten los neurólogos.Mejoras de aprendizaje:
La doctora Ladan Shams, experta en integración multisensorial de la Universidad de California, en Los Ángeles, coincide en que el multi-tasking afecta el proceso de aprendizaje en tareas que requieren atención completa. En unos casos no se aprende y en otros el aprendizaje no es robusto.
"Pero, recientemente, hemos visto que otros tipos de aprendizaje sí se benefician del multi-tasking", señaló la neurocientífica.
"Algunas mejoras pueden ocurrir en procesos sensoriales cuando el estímulo es subliminal y el individuo está ocupado en otra tarea".
Un ejemplo de esto puede ser cuando un ejecutivo encuentra que puede dictar un memorando con mayor facilidad si está arrojando una pelotita al aire y atrapándola una y otra vez.
Lo que parecería que está sucediendo es que una parte del cerebro que podría distraer al individuo de su principal tarea está siendo ocupada por la actividad de arrojar las pelotitas, teniendo el efecto de aumentar su concentración en el dictado.
"También hemos encontrado que tres tipos de aprendizaje pueden ocurrir simultáneamente", indicó la doctora Shams.
En un experimento sometieron a sujetos a escuchar una secuencia de sonidos al tiempo que veían una serie de formas en una pantalla.
Los sujetos pudieron aprender las secuencias auditivas y las secuencias visuales, así como aprender a asociar las formas con los sonidos.
"En otras palabras, tres tipos de aprendizaje ocurrieron simultáneamente sin que hubiese una reducción comparado a cuando se les presentó cada estímulo (auditivo o sonoro) individualmente", explicó la doctora.
Esa es la filosofía (y la ciencia) que está detrás de los que hace el Dr. Eran Zeidel, colega de Shams en la Universidad de California.
"El cerebro básicamente es producto de un hojalatero más que de un ingeniero", afirmó Zeider a BBC Mundo. "Como no podemos esperar a que evolucione, tenemos que rediseñarlo y tenemos cómo hacerlo".El doctor Zeidel trabaja sobre una forma de bioretroalimentación para el cerebro que llama neuroretroalimentación.
De la misma manera en que se pueden modificar funciones corporales -como la presión arterial- a través de la conversación placentera con un paciente, igualmente se pueden alterar las frecuencias del cerebro.
Fuente:http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/11/111118_ciencia_cerebro_informacion_wbm.shtml
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